Garbajosa mete el triple de Ansley
El Unicaja gana su primer título de Liga tras
conseguir el tercer triunfo de la final frente
al Tau en un partido memorable
JAVIER L. RUIZ
DEFENSA. Cabezas frena el paso
de Prigioni en una espectacular acción
del encuentro de anoche en Vitoria. /
NURIA GONZÁLEZ |
Buenos días. El despertar que siempre soñó, la
mañana que siempre quiso vivir, la resaca más
dulce... Ya están aquí. Lo delata la sonrisa que
se dibuja en su espejo y las ojeras fruto de una
noche de fiesta. El Unicaja es campeón de Liga.
Sí, campeón. Se acabaron las frustraciones.
Michael Ansley encontró heredero. Un sucesor más
que digno, Jorge Garbajosa, fue el encargado de
meter ayer aquel triple. La espera, once años y
un mes exactos, merecieron la pena. El equipo
'cajista', su afición y Málaga entera ya pueden
sacar pecho. Sin duda, son los mejores.
La familia 'cajista' al completo saldó ayer de
un plumazo las infinitas cuentas pendientes que
mantenía con un torneo que le procuró demasiadas
heridas. Las mismas lágrimas amargas tantas
veces derramadas, ya fuera por impotencia en
1995 o por humillación en 2002, se tornaron ayer
en llanto de alegría. El Unicaja de Sergio
Scariolo ha sabido sacar las espinas de entonces
y llenar su hueco de una dicha inmensa.
Canasta definitiva
Porque el triple anotado por Garbajosa en el
último minuto del encuentro, la canasta
definitiva para una remontada imposible,
suplanta con creces el famoso fallo de Ansley.
Pero el 3-0 endosado al Tau Cerámica, sin lugar
a dudas, el segundo mejor equipo de la ACB,
también cierra heridas. La justicia deportiva
desde luego fue lenta con el Unicaja, pero
también generosa, no cabe duda alguna.
Para que todo fuera posible hubo un partido, una
nueva exhibición de poderío y de fe, la que ha
sido capaz de inculcar el técnico italiano desde
su llegada al banquillo 'cajista'. La confianza
absoluta en la labor de equipo, en la
planificación llevada a la máxima expresión y en
el trabajo como camino al éxito dieron de nuevo
su fruto. Pocos, o casi nadie, confiaba en que
el choque de ayer pudiera decantarse a favor del
Unicaja y determinar la serie. Como en aquellos
cuartos de final contra el Pamesa, como en la
semifinal de la Copa del pasado año... Como en
todos aquellos momentos sombríos, el cuadro
malagueño resurgió ayer en el momento clave para
asestar el mazazo definitivo y dejar al Tau sin
opción alguna a una temporada imposible.
A falta de tres minutos para la conclusión del
choque afloró el mejor equipo. Tras un tiempo
muerto, tras una nueva zona decretada por
Scariolo, el cuadro malagueño apretó los puños,
cerró el rebote y busco en lo más profundo de sí
la inspiración que se le negó durante toda la
segunda parte para remontar un marcador
complicado: 70-64. Fue ahí cuando apareció el
ídolo de toda una afición, Garbajosa. La piedra
angular del proyecto 'cajista' más ambicioso y
exitoso de la historia volvió a buscar el
triunfo desde la distancia, desde el lugar que
ha convertido en su hábitat natural, la línea de
6,25.
Dos triples decisivos
Después de perder hasta por 11 puntos al
comienzo del último parcial (67-56), el primero
de sus triples abría la puerta a la esperanza:
70-67. Atrás, desde la defensa, el propio
Garbajosa y sus compañeros en el quinteto se
armaban de pico y pala para trabajar y cerrar el
rebote. Lo lograron. El Tau sólo anotó una
canasta para añadir incertidumbre (72-67) en un
cuarto nefasto para sus intereses: siete puntos
anotados.
Dos minutos y medio aún por delante. Tiempo
suficiente para construir el sueño. Los tiros
libres de Brown y el propio Garbajosa ponían la
presa a tiro. El Unicaja se acercaba a un punto
(72-71) en los últimos sesenta segundos. Y no
podía ser de otra forma. En el penúltimo ataque
el equipo circuló la pelota, bloqueó y buscó a
su guía. Garbajosa, abierto, y alejado del aro,
aprovechó la milésima de ventaja que le ofreció
su defensor. Voló el balón desde los 6,25 y
volaron las ilusiones mientras el tiempo se
detuvo. La pelota parecía empeñada en pedir
permiso para llevar al Unicaja a la gloria. Y
entró. Esta vez sí entró. Adiós al triple de
Ansley. Hola al triple de Garbajosa, la canasta
de una nueva época. |