La
quema de conventos |
Interior de la
Iglesia de la Merced |
La
proclamación de la II República vino
acompañada, un mes más tarde, el 11 de
mayo de 1931, de unos acontecimientos
gravísimos que confirmaron la tendencia
a la fuerte conflictividad social
observada al final de la Dictadura de
Primo de Rivera. La relación
de edificios afectados es la siguiente:
Incendiados
Palacio
Episcopal
Parroquias: Merced, San Felipe, San
Pablo, Mártires, Sto. Domingo.
Conventos e Iglesias: Jesuitas, San
Agustín, Barcenillas, Angel, San José,
Carmelitas Descalzas, Capuchinas,
Hermanas de la Cruz, Maristas,
Zamarrilla, Aurora María y Puerto de la
Torre.
Asaltados
y saqueados
Parroquias:
Carmen, San Juan , Santiago, Angustias y
San Patricio.
Conventos e Iglesias: San Manuel, Sán
Lázaro, Catalinas, Reparadoras, San
José, Concepción, San Bernardo,
Encarnación, Servicio Doméstico,
Esperanza, Sagrada Familia, Adoratrices,
Mercedarias, Cruz del Molinillo, San
Carlos, Terciarias Franciscanas, San
Pedro y Santísima Trinidad.
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Dormitorio de internas del
colegio de las Esclavas, que fue
saqueado |
Los
antecedentes
Como ha
escrito el historiador Antonio García
Sánchez, los precedentes de la quema de los
conventos hay que buscarlos en la adopción
de posturas anticlericales en las
organizaciones políticas y sociales
republicanas y obreras durante la época de
la Restauración, agudizadas si cabe durante
la Dictadura. Por su parte, la Iglesia se
había identificado cada vez más con los
sectores conservadores y con la Monarquía,
salvo algunos grupos minoritarios que
intentaron un acercamiento a las clases
populares.
Durante la
campaña electoral de las municipales de
abril, la identificación ideológica y
política entre las candidaturas
monárquicas y la defensa de la religión
católica se acentuó, contribuyendo así a
que la cuestión religiosa pasara a un
primer plano de la vida política
malagueña. La presencia, desde 1929, del
Partido Republicano Radical Socialista,
fuertemente anticlerical y laicista,
contribuyó asímismo a radicalizar el
debate en torno a la cuestión religiosa.
El tránsito a
la República estuvo dominado en Málaga por
un clima de radicalismo debido a la fuerte
conflictividad social y a la crisis
económica, cuyos primeros síntomas
aparecieron antes de la llegada del nuevo
régimen. De hecho, ya en 1930 hubo un
intento de incendio del Palacio del Obispo.
El mismo día 14 de Abril se asaltó
"La Unión Mercantil" y se arrojó
al agua la estatua de Larios; al día
siguiente se intentó sin éxito asaltar la
Residencia de los Jesuitas y el Seminario.
Numerosas personas oresencian el
incendio de Santo Domingo |
El
estallido anticlerical
La pastoral
promonárquica del Cardenal Segura del 2 de
mayo de 1931, y los sucesos del 10 de mayo
en Madrid, provocaron el estallido
anticlerical de Málaga al día siguiente.
Las masas se lanzaron a la calle ese mismo
día por la noche, siendo contenidas de
momento por la presencia de los políticos
republicanos como el presidente de la
Diputación y gobernador civil interino,
Enrique Mapelli (el titular, Antonio Jaén
Morente se encontraba en Madrid), Domingo
del Río, Pedro Armasa Briales, Pedro Gómez
Chaix, etc. Poco después, esto no sería
suficiente, y comenzaron los asaltos. El
primer edificio en sufrir la furia
destructora de la multitud fue la residencia
de los jesuitas. Entonces se produjo el
incidente decisivo de las jornadas: Mapelli
ordenó la salida de la Guardia Civil para
garantizar el trabajo de los bomberos, y el
Gobernador Militar, Gómez Caminero,
contradijo la orden y retiró la fuerza.
Desde ese momento la situación en la calle
quedó incontrolada y Mapelli resignó el
mando en la autoridad militar. Fue asaltado
el Palacio del Obispo, y su titular, Manuel
González García, escapó de milagro por
calle Fresca ayudado por el abogado
Alejandro Conde y el socialista Antonio
Abolafio. Los asaltos, saqueos, incendios y
destrucciones se prolongaron durante la
madrugada y todo el día 12. Jaén Morente
llegó a las 7 de Madrid y pistola en mano
se enfrentó a los asaltantes sin mucha
eficacia. A las 12 se declaraba el estado de
guerra en la ciudad, pero ni siquiera estas
medidas frenaron a los saqueadores. Se
pidieron refuerzos a Ronda y Melilla, y se
constituyó una Guardia Cívica con
militantes republicanos y socialistas, y la
CNT publicó un manifiesto pacificador.
El Palacio del Obispo fue otro
de los edificios religiosos que
quedó destrozado |
Daños y
responsabilidades
El día 13 la
ciudad recobraba la paz. Un total de 41
edificios religiosos se vieron afectados,
hubo 150 heridos en los enfrentamientos con
la fuerza pública y más de 100
detenciones.El patrimonio artístico y
documental de la Iglesia sufrió pérdidas
irreparables.
En la
polémica sobre las responsabilidades,
Gómez Caminero se justificó diciendo que
decidió retirar a la Guardia Civil para
impedir mayores males. El Ayuntamiento,
dominado por el grupo Radical-Socialista,
señaló como causantes a los
"exaltados" y a la "gente
maleante y logrera". Jaén Morente
presentó su dimisión. Hasta el 9 de Junio
no se levantó el estado de guerra en la
ciudad, sin embargo la provincia se había
mantenido completamente ajena a los sucesos
Los sucesos de
1931 fueron determinantes para restar apoyos
al régimen republicano en el mismo momento
que nacía en España. Con ello, parecían
confirmarse las profecías electorales de
los monárquicos, en el sentido de que la
República sería el régimen del caos y la
anarquía. Desgraciadamente, la débil
democracia española tendría que sufrir
todavía fuertes tensiones políticas y
sociales. |
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