José
Antonio Frías. Director de SUR
No es
solamente un tópico el hecho evidente de que
la prensa es la más concreta y pormenorizada
historia del ámbito en el que se difunde. Las
hemerotecas son el principal referente del
historiador. Y en las zonas remotas del pasado
en las que no es posible hurgar en los medios
de comunicación, el material historiográfico
no es sino un sucedáneo de lo que hoy son los
periódicos.
Pero la historia no es sólo una crónica de
los hechos: es una visión de la realidad que
incluye, asimismo, la interpretación. El
historiador toma los hechos, los conecta entre
sí, busca las relaciones entre ellos, los
vincula al contexto económico y social y
obtiene, finalmente, la expresión vital del
devenir de la sociedad que es, en última
instancia, la protagonista de esa historia. En
la Historia con mayúscula es, pues, necesaria
la colaboración entre el cronista, que
reseña la realidad y da fe de ella, y el
historiador propiamente dicho que analiza los
datos y da consistencia al conjunto. Por este
motivo, "Málaga XX. Historia de un
siglo" es también fruto de la
cooperación entre periodistas e
historiadores, todos ellos ilustres y expertos
en sus respectivas disciplinas, y cuya
colaboración ha facilitado un texto a la vez
riguroso y ameno, muy próximo a la realidad
social y con la profundidad analítica que
requiere un estudio solvente de esta
naturaleza.
Los periódicos interactúan con la sociedad y
contribuyen a su vertebración. Existe una
simbiosis entre la comunidad y sus medios de
comunicación, entre Málaga y SUR en nuestro
caso, que configura el apasionante relato de
nuestro pasado, que es también el fermento
del presente. Por ello pensamos que no es
excesiva nuestra pretensión de que, con esta
obra que ponemos a disposición de los
malagueños, podamos todos conocernos mejor,
respetarnos más y adquirir una mayor
conciencia de comunidad, con más protagonismo
propio.
Ninguna historia es neutra: siempre hay en
ella un aliento positivo que induce a aprender
de los viejos errores y rectificar el rumbo en
el futuro. Estos son los deseos de SUR al
entregar a los malagueños el relato del siglo
que concluye. |
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Braulio
Medel. Presidente de Unicaja
La historia
de las cajas de ahorro atraviesa el siglo XX.
Primero Antequera, en 1904, y después Ronda,
antes del final de ese decenio, figuran entre
las localidades pioneras en la incorporación
al fenómeno de las entidades de ahorro cuyo
objetivo fundamental era poner fin al drama de
la usura que tanto castigaba a las clases más
desfavorecidas. Precisamente la experiencia
familiar de Juan de la Rosa, viendo a su madre
convertida en víctima de aquellas prácticas,
determinaría la fuerte impronta social que
éste habría de imprimir a la Caja de Ahorros
de Ronda desde los años treinta. Este
carácter impregnó, asimismo, a las restantes
entidades integradas conjuntamente en Unicaja
-Almería, Antequera, Cádiz y Málaga- con
una implicación tan prolongada como intensa
en actividades e iniciativas relacionadas con
la educación, la cultura, la investigación y
el deporte (en este último campo, no sólo
con el conocido patrocinio indesmayable de los
equipos locales, sino también con la
contribución permanente a la formación de
canteras juveniles), y todo ello sin renunciar
nunca a su necesaria sensibilidad social.
La creación de Unicaja se ha convertido
asimismo en un episodio central de la historia
financiera del siglo, deviniendo en la primera
entidad andaluza y una de las mayores de
España en el período finisecular. Desde
entonces, su participación ha sido cada vez
más destacada en grandes proyectos
infraestructurales así como en la
vertebración del tejido económico de su
ámbito territorial.
Unicaja no podía recibir sino con inequívoco
interés esta obra que recoge los episodios
más significativos del siglo junto al
análisis globalizador de su evolución
económica y político-social. Más allá del
propio protagonismo en la obra, la razón
esencial emana de la naturaleza misma de la
entidad: el compromiso invariable con el
conocimiento de nuestra realidad histórica
para favorecer la comprensión del presente y
estimular un futuro cada vez más prometedor
para Málaga. En ese empeño, Unicaja nunca
dejará de prestar un apoyo decidido. |
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