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La economía malagueña en el siglo XX
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Imagen del puerto a principios de siglo

Situados al cabo de la centuria, la evolución secular de la economía malagueña se nos aparece, al igual que el conjunto de la española, como una trayectoria modernizadora interrumpida en sus décadas centrales -las de los años treinta, cuarenta y cincuenta-, y retomada posteriormente, desde presupuestos productivos, de distribución y consumo, muy distintos a los del primer tercio de siglo. Primero la Gran Depresión, y luego la Guerra Civil y la durísima posguerra quebraron definitivamente un modelo económico basado en la parcial modernización agraria y en la diversificación fabril que llegó de la mano de la electricidad, para, después de una larguísima fase depresiva -los niveles de renta por habitante de la década de los veinte no se recuperarían hasta finales de los cincuenta-, iniciar una senda de crecimiento y modernización asentada en el turismo, la definitiva transformación del sector primario y la terciarización de las actividades productivas. Dos períodos muy distintos entre sí, que obligan a un análisis individualizado de cada uno de ellos.

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Restos del pasado industrial de Málaga

Entre la crisis finisecular y la modernización inacabada (1900-1935)
Lo ocurrido en Málaga durante los primeros treinta años de nuestro siglo debe entenderse en el marco de las transformaciones finiseculares -de la crisis agraria a la segunda revolución tecnológica- que experimentaron las economías occidentales europeas. En su caso, y hasta fechas relativamente cercanas a nosotros, la historiografía especializada solía resumir el período inmediatamente anterior a la llegada de la nueva centuria con calificativos tan drásticos y negativos como "desarticulación general de la economía"-, "hundimiento sectorial" o "colapso final". Términos definitorios de un panorama depresivo tanto más grave cuanto contrastaba con la imagen expansiva de mediados del Ochocientos (los años del despegue industrial y de las grandes iniciativas empresariales en Málaga de los Heredia y los Larios).

Hoy tienden a matizarse más estas afirmaciones tan radicales, producto de la interpretación de la historia económica malagueña vigente hace un par de décadas. Se impone, más bien, una reflexión en términos no exclusivamente locales -los que exige una economía como la malagueña, con un sector "exterior" tan importante-, una periodización hasta cierto punto distinta del problema y una ampliación de los protagonistas -y del papel que desempeñaron- en la "crisis".
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Hacia la terciarización de las actividades productivas: de la Guerra Civil a nuestros días

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La estatua del marqués de Larios es sustituida por la del trabajador 

La Málaga de los años cuarenta y cincuenta participa, asume y hasta parece acrecentar los rasgos de tradicionalidad y atraso que todavía la caracterizaban a comienzos de siglo. La de los setenta, ochenta y noventa muestra la definitiva terciarización de su economía y su decidida apuesta por un desarrollo industrial acorde con un modelo de sociedad que, por niveles de renta y consumo, intenta alejarse del subdesarrollo y afrontar el nuevo milenio desde una posición mucho más favorable y menos desequilibrada.

Los cambios, enmarcados primero en el desarrollismo franquista, más tarde en la crisis de los setenta y primeros ochenta, y por último en la recuperación de la segunda mitad de la pasada década y en la que se vive desde 1994-95, tienen en la provincia un componente añadido de singular importancia: la actividad turística. Las repercusiones de este fenómeno, más allá de las puramente económicas, han caracterizado un modelo de crecimiento que parece haber contribuido a incrementar los desequilibrios entre la Málaga de la costa y la del interior -la turística/urbana y la rural-, pero que, al menos en los últimos años, no renuncia a profundizar en un desarrollo que se pretende más equilibrado y en el que se aspira a conseguir la definitiva consolidación de una estructura productiva basada en la complementariedad entre los servicios y un sector industrial tecnológicamente avanzado.
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